En busca de la felicidad

Por altos robledos y hiedrosas vides perseguí a la Felicidad con ansia de hacerla mía. Pero la Felicidad huyó y corrí tras ella por cuestas y cañadas, por campos y praderas, por valles y torrentes hasta escalar las ingentes cumbres donde chilla el águila. Crucé veloz tierras y mares; pero siempre la Felicidad esquivó mis pasos. Desfallecido y agotado, desistí de perseguirla y me puse a descansar en desierta playa. Un pobre me pidió de comer y otro limosna. Puse el pan y la moneda en sus huesudas palmas. Otro vino en demanda de simpatía y otro en súplica de consuelo. Compartí con cada menesteroso lo que de mejor tenía. Entonces he aquí que, en forma divina, se me aparece la dulce Felicidad y suavemente musita a mi oído, diciendo: “Soy tuya”.

Ode to Healing

Una pústula es algo bello,
una moneda que ha acuñado el cuerpo, con un lema invisible: En Dios confiamos.
Nuestro cuerpo nos ama y, aunque el espíritu sueñe a la deriva,
él se ocupa de reparar el daño que le hacemos...

Cierra los ojos, pues sabes que la curación es obra de la oscuridad,
y la oscuridad una túnica de la curación,
que al bajel de nuestra trémula aventura
lo mueven mareas que escapan de nuestro control.
La fe es el requisito de la salud: este es el hecho con que contamos a falta de mejor prueba de la existencia de Dios.